Nada me preparó para el privilegio de ser tuya.

A día de hoy puedo decir que no sabría como seguir adelante si él me faltara, no sé como explicar lo que ha conseguido despertar en mi, lo que ha hecho o ha dejado de hacer, pero ha conseguido lo que nadie más. Es algo increíble, una sensación de adrenalina en estado puro y una sonrisa permanente. Si él me faltará, no sé como seguir, no sé si sería lo suficientemente fuerte. Es una necesidad. Lo echaría de menos, echaría de menos sus llamadas, sus tonterías, las conversaciones pero sobre todo lo echaría de menos a él, sus labios, esos ojitos marrones y esa sonrisa que me deja sin palabras. No sé decir el porqué de todo esto, ni siquiera sabría decir porque es tan especial para mi, solo sé que me encanta. Me imagino que es por todo lo que me ha demostrado, me ha enseñado que aunque todo vaya mal, aunque las circunstancias sean difíciles o aunque   no este a mi lado todo lo que a mi me gustaría podemos ser felices juntos, me hace sonreir cada día y provoca una sensación en mi indescriptible, está siempre a mi lado y si algo va mal o no tengo un buen día me tranquiliza, me dice que todo va a ir bien y todo vuelve a la normalidad. Cuando lo veo, no se explicar lo que me recorre el cuerpo cuando lo veo, me pongo nerviosa, me rio inconscientemente, y tengo una cara de tonta que no me la quita nadie, me pasaría el día entero abrazada a él, sin soltarlo, no lo dejaría ni respirar. Yo sé que él no es perfecto, que tiene defectos, comente errores y fallos, pero me gustan todos y cada uno de sus defectos e igual que comete errores los arregla, siempre, no se da nunca por vencido y es perfectamente perfecto para mi. Te quiero.

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